La relevancia del emplazamiento de esta iglesia reside en el contexto histórico en el que se enmarca, por lo que hemos de considerar las circunstancias que lo llevaron a este hecho. En este sentido, Jaime I, quince años antes de conquistar lo que sería el Reino de Valencia, toma las Baleares, e incluso hubo un intento de conquista del primero mencionado, el denominado asedio de Peñíscola. Así, se propició la toma de Valencia, tras la conquista de Morella por parte de Blasco de Alagón, uno de los vasallos de Jaime I. Posteriormente, se le entrega a este rey Morella y se programa una reunión con el fin de planificar alguna estrategia que posibilitase la acometida contra Valencia. Se da en un inicio en Burriana y a partir de aquí se da el proceso de conquista, a pesar de las dificultades presentadas, tales como la batalla del Puig o el reparto del territorio islámico, afectando a la ciudad de Xátiva, "resuelto" con la alianza matrimonial propuesta por Jaime I de Aragón y Alfonso X de Castilla. No obstante, la conquista de Murcia da paso a otro enfrentamiento entre ambos, por lo que se decide repartir a la mitad dicha localización. Será a mediados del siglo XIV cuando se produce la división, por lo que Pedro I "el Cruel" decide invadir el reino, fue así cuando se levanta la tercera y última muralla de la ciudad de Valencia ante la amenaza de dicho rey. Haciendo caso del asunto de las murallas, tenemos constancia de que la iglesia se instala frente al antiguo portal de la Xerea, de ahí que en el lado sur se ubique el Palacio de los Valeriola y la nueva construcción tras los arcosolios del cementerio, junto a la absorción del inexistente callejón de Cristóforo Soler y la ausencia de los muros del "call" judío como límite frente al barrio cristiano.