ANÁLISIS EXPERIMENTAL

Antes de adentrarnos en el contenido hemos de mencionar algunos aspectos formales que configuran estas pinturas. En este caso, tratamos con un amplio conjunto realizado mediante cuantiosos pigmentos que ofrecen a aquel que la observe una mirada viva o llamativa de todo el conjunto. De este modo, nos disponemos a nombrar cada uno de los componentes que aparecen plasmados en el mismo, así el artista emplea el blanco de plomo (sobre todo para la indumentaria), tierras naturales como el verde (destinado a la vegetación de los fondos), el amarillo (sirve como delimitador de cada imagen, junto a los nimbos, vestimenta y corona de la figura femenina), y sobre todo el bermellón (ilustrado en los fondos de las representaciones del nivel intermedio o marcando algunos detalles, tales como la sangre, el contorno de las estrellas, el escudo de la orden, entre otros), el minio de plomo (al igual que el anterior para los fondos, lo que en este caso del nivel superior) y el azul ultramar (pigmento contemplado en las franjas que separan el nivel inferior del intermedio junto a la imagen inferior derecha, a modo de cielo presente en los fondos).

Bermellón

Minio de plomo

Azul ultramar

Ahondando en el asunto hemos de exponer el procedimiento técnico aplicado al espacio, desarrollado ampliamente mediante la disposición de sucesivas capas que dan paso al programa pictórico que observamos en la actualidad. En un inicio, las desigualdades de la superficie pétrea se trabajan estableciendo en ella una capa de yeso con cola orgánica hasta lograr un acabado liso. Bien es cierto que el muro posee decoración previa a estas pinturas debido al encuentro de un esbozo en negro de ciertos sillares (véase el muro a la entrada de la iglesia que muestra también dicho aspecto). Seguidamente, la obra se elabora de arriba a abajo (aquí entra el uso y desarme progresivo del andamio a medida que se efectúan las imágenes), situando de manera ordenada los tonos del fondo, seguido de las figuras, los intentos de claroscuro de los pliegues o veladuras, incluyendo los detalles de los dorados.